Argentina se olvida de Borges a los 20 años de su muerte

"En los Estados Unidos pude verificar que poca gente lee y, en cambio, muchos se pasan el día entero mirando televisión", se quejaba Jorge Luis Borges en 1981. veinte años después de su muerte, Buenos Aires lo recordó ayer como un hecho lateral mientras los ojos de millones de argentinos siguen sin leerlo y están adosados a las pantallas.

En la Biblioteca Nacional argentina, de la que Borges fue alguna vez director y hoy tiene un magrísimo presupuesto, se colocó ayer en la entrada del edificio apenas una módica placa conmemorativa y se escucharon fragmentos de una conferencia inédita dada en esa institución por el autor de El Aleph.

Por su parte, el Ministerio de Cultura de la ciudad de Buenos Aires inauguró un circuito que integra a los principales lugares de la ciudad donde Borges vivió, trabajó o compartió momentos especiales de su vida.

Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos.